Para todo padre es muy duro tener un hijo con problemas, en este caso que venga antes de tiempo, pero en especial para mí fue más duro aún.
Vivo en Lanzarote y no hay los medios sanitarios suficientes , en este caso me tuvieron que trasladar a Gran Canaria para que nazca un niño tan prematuro. Así que me tocó irme a otra isla la cual no conocía, sola, en mal estado y con miedo por mi bebé. El traslado lo recuerdo regular, solo que no me encontraba bien, que me ayudó una señora muy amable de 93 años creo que me dijo que también la trasladaban por motivos de corazón , a pesar de su edad fue ella la que me ayudó a mí.
Cuando llegó al hospital de Gran Canaria me dicen que lo más seguro es que me tengo que quedar en la isla para un seguimiento en el hospital de día, lo que quiere decir que me tenía que buscar un piso o algún sitio donde hospedarme y tenía que ir todos los días al hospital para las revisiones. A mí casi me da algo, porque no me encontraba bien y no entiendo porque me dijeron eso, pero bueno, al rato llegan con unos resultados de pruebas que me habían hecho. Me dicen que me quedo ingresada porque han salido muy alterados los resultados , que en el fondo agradecí porque en mi estado sola, en otra isla que no conocía, no entendía cómo me iban a dar el alta; así que mi primer contacto o experiencia fue estresante. Después de revisiones, pruebas .. te van informando que el bebé es muy prematuro llegué con 26 semanas y dijeron que no aseguraban que naciera bien o que podía nacer con diferentes problemas de salud. Ahí casi se me cae el mundo encima, vienen muchos miedos por tu bebé, yo intentaba aguantar, estar tranquila pero irremediablemente a veces te vienes abajo, además de verte sin fuerzas psicológicas tampoco las tenía físicas, me costaba respirar, estaba sin fuerzas , para ir al baño ya solo eso volvía a la cama agotada. Mi problema fue que me dió PREECLAMPSIA, se me subía la tensión y eso hacía que se cerraran las arterias uterinas lo que no dejaba que el alimento llegará al bebé. A pesar de ser prematuro venía bajo peso y baja talla. A las dos semanas ( semana 28), que fue lo que pude aguantar, ya no se podía esperar más, así que me informaron que se me iba hacer una cesárea de urgencia. Lo recuerdo con mucho miedo , me pilló que estaba sola, el padre del bebé venía de camino de Lanzarote, así que me sentí un poco sola y con miedo, una vez en quirófano,fueron muy amables hasta me pusieron música para relajarme. Noté cómo movían mi cuerpo para sacar a mi bebé, cuando ya salió no pude evitarlo y lloré aunque fue una mezcla de emoción y miedo, pedí ver a mi bebé pero como es normal no pude, tenían que atenderlo, poner oxígeno … Y después me durmieron.
Cuando me desperté, ese día lo pasé fatal porque me dolía mucho un lado en las costillas porque al parecer me hicieron daño en las costillas al sacar a mi bebé. Recuerdo no poder tumbarse completamente en la cama porque me costaba respirar, tenía que estar incorporada, estuve tan mal que no pude ver a mi bebé. Pero por fin llegó el día en el que pude ver a mi bebé. Cuando lo vi tuve varios sentimientos, sentimiento de amor, de miedo, la verdad que me impactó, con todos esos tubos, mascarilla, tan pequeñito, su piel tan brillante y rojita , tan delicada, que no lo pude evitar y me puse a llorar. Pensé que era imposible que esa criaturita pudiese salir adelante. Después me llevaron a una sala de extracción de leche, un cuarto lleno de sacaleches .La primera impresión fue desagradable, pensé:”¿esto que es? “
Pasaban los días y era una rutina diaria: vas a ver a tu hijo, te llenas de preocupaciones, sacarte la leche (que con todos los nervios que tenía no me salió mucha leche). Pude darle al principio más porque mi bebé solo tomaba la cantidad de 1ml por toma, que era justo la cantidad que me salía al principio. Pasó una semana desde que nació mi bebé y ya me dieron el alta. Tuvimos que buscar un apartamento para poder quedarnos e ir todos los días al hospital; la seguridad social si es verdad que cuando terminó todo nos devolvió todo el dinero, pero con un sin fin de trámites y papeles. Estuve acompañada por un tiempo pero después el papá se tuvo que incorporar al trabajo y ahí pasaron los días más solitarios de mi vida. Pero ir al hospital y ver a tu bebé que poco a poco va superando todo, te da las fuerzas que te faltan, porque son unos luchadores.
Alejandro mi bebé en particular nació y no lo tuvieron que intubar cosa que me dijeron que muy bien porque es poco común que un bebé nacido tan pronto con 28 semanas y pesando 700 gramos no lo intuben. Pero Alejandro la verdad que siempre ha sido muy luchador , solo con ayuda por supuesto de su mascarilla con oxígeno. Pasamos momentos delicados: un día llegué y me dijeron que Alejandro tenía bajas las plaquetas y le tenían que transfundir , a pesar de yo trabajar en un hospital y de saber que bueno son cosas normales, una lo vive diferente cuando te toca a tí. Luego otro día que recuerdo con muchísima angustia era que al parecer Alejandro tuvo una broncoaspiración y ahora se le bajaba el oxígeno mucho ,esa fue una de las complicaciones de Alejandro y ya le costó mucho respirar por él mismo. También otro día viene el oftalmólogo hacerle la revisión y no salió bien. La verdad que por mucho que te digan que no nos preocupemos, que es muy pequeño y que aún no está formado y que puede que sea el motivo de la falta de madurez en su córnea; a mí se me vino otra vez el mundo abajo. Pensé que se iba a quedar ciego, pero no, con el tiempo fue viendo un poquito en un ojo y así hasta que ya estaba bien formado por completo
Aunque tardó bastante, recuerdo que ya estaba de alta en casa y ahí fue cuando también le dieron el alta en oftalmología. Recuerdo momentos de angustia, de porqué me tocó a mí, de no haber disfrutado un embarazo normal, de no pasar una maternidad normal, de estar viendo a mí bebé en una incubadora sin saber si todo iba a salir bien, de estar en una isla que no conozco, de estar allí sola. Deberían de estar todas las islas preparadas para estos casos, bastante ya tenemos con nuestros bebés en ese estado, pero por lo menos estar en tú casa y con tu familia ayuda mucho. Por suerte en mi caso Alejandro pasó por varias complicaciones pero todas leves y las iba superando todas, como mi gran superhéroe que es. Pero no todo fue triste y angustioso, recuerdo mi primer contacto con Alejandro, me lo pusieron encima de mí, y noté ese calorcito, ese poquito peso (como el de un gatito). Pero fue muy emocionante sentirlo por primera vez. También recuerdo el respeto que daba verlo con todos los cables ,mascarilla .. me daba miedo dañarlo, pero ese recuerdo no sé olvidar. También recuerdo que se reía, a pesar de nacer tan pronto, ya se reía, al principio pensamos no creo , será un gesto, pero no, se reía muy a menudo.
Y así después de 5 años Alejandro ha sido y sigue siendo un niño muy muy risueño, yo siempre le digo que nada ni nadie le quite esa sonrisa porque es su mayor característica. Cuando ya le dieron el alta por fin nos vamos para casa, que por cierto agradezco a nuestras familias, y por supuesto a todas las compañeras de Hospiten Lanzarote por prepararme y darme todo para el bebé , ya que al nacer tan pronto no pude preparar nada. Solo tenía el carrito, todo absolutamente todo me lo prepararon ellas. Llegamos al aeropuerto de Lanzarote y fue una sorpresa y un recuerdo muy bonito. Estaban esperándonos allí familiares y nuevamente las compañeras de Hospiten con carteles y regalitos, encontrarlos allí, la verdad que fue una grata sorpresa.
Y por fin pudimos estar en casa con Alejandro y disfrutar de una maternidad más normal. Aún sigue de médicos, revisiones, de varios ingresos por neumonías , bronquitis ya que sigue con problemas respiratorios, de digestivo, no coge peso ni crece lo suficiente, ya me han dicho que le tienen que poner la hormona de crecimiento. También lo operaron de dos hernias, ahora lo tienen que operar de vegetaciones y amígdalas, y un sin fin de citas médicas. Pero aún así, son cosas leves y ahí va para adelante como buen luchador que es, porque LOS PREMATUROS SON TODOS UNOS LUCHADORES .
Han sido momentos difíciles pero siempre volvería a pasar por todo esto, por tener a mi Alejandro, que es un luchador, y lo que más me gusta de él es que con todo lo que ha pasado siempre está con una sonrisa.