Daniel, el pequeño gran guerrero

Daniel
Daniel en brazos de su mami

Esta es la historia de nuestro pequeño, pero gran guerrero. Es la historia del cuchufleto de mami. Nuestro primer y único, DANIEL tenía que nacer a finales de noviembre, pero se adelantó a mitad de septiembre, seguramente sería porque quería comer las papillas y el potaje que le iba a hacer su yeya Alicia, eso es lo que siempre le contamos cuando quiere saber cómo nació.

La verdad es que no sabíamos muy bien lo que era tener un niño prematuro y en el caso de Daniel fue gran prematuro porque pesó 836 gramos. Yo estuve ingresada un mes y medio antes de su nacimiento, ya sabían que Daniel nacería antes de tiempo por eso maduraron sus pulmones e hicieron todo para que pudiera aguantar lo máximo posible en mi barriga.

El miedo, como todos los padres y madres, es que tú hij@ no esté bien y esa era nuestra principal preocupación. Es verdad que no lo pudimos vivir como lo hubiésemos pensado, pero bueno las cosas no siempre son como un@ las espera, a mí me dieron el alta y no pudimos salir con Daniel ese día en mis brazos. Daniel estuvo 55 en la UCI neonatal. Fueron momentos muy duros, el ver a tu bebé tan pequeño, ya que eran más grande los pañales que él y la chupa le cogía toda la cara, verlo tan indefenso lleno de cables y en esa incubadora. Fue una situación inesperada, pero hemos de agradecer al gran equipo profesional y humano que hay en la residencia de la Candelaria, nos dijeron en todo momento que podíamos estar todas las horas que quisiéramos con nuestro pequeño, y así lo hicimos.

Cuando le dieron el alta fue otro día feliz para nosotros porque ya Daniel había alcanzado su peso para empezar su vida fuera de la Residencia y bueno he de decir que también tuvimos mucha suerte con su pediatra. La verdad es que no sé cómo dar las gracias a tod@s los profesionales que cuidaron de Daniel en sus primeros meses de vida para que saliera adelante. Hoy Daniel tiene 8 años de edad y salvo que tiene una medicación de apoyo, es un niño sin ningún tipo de dificultad. ¡¡¡Es nuestro gran guerrero!!! Así es como empecé la historia del cuchufleto de mami, le doy las gracias todos los días por habernos elegido como su papá y mamá.

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