Nael más allá del 159

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Hola, soy el padre de un bebé prematuro y les voy a contar como vivimos nosotros nuestro embarazo.

Primero, nos enteramos con 3 meses de embarazo, ya que, vino de sorpresa. Digamos que pertenecemos a ese 0,0000001% de probabilidades de que fallen ciertas cosas. Nos enteramos un 3 de Enero, con lo que aprovechamos para dar la noticia a los familiares un 6 de Enero, como regalo de Reyes.

Luego, algo no fue bien en los controles rutinarios y nos dijeron que el pequeño venía con síndrome de down. Tuvimos que esperar unos meses, debido a lo avanzado del embarazo y en abril nos dieron los resultados confirmando que no tenía dicho síndrome.

En el mes de mayo, fue un mes tranquilito, pero llegó junio y todo cambió,  a pesar de que la fecha probable de parto era en agosto.

nael 2Era lunes y a mi mujer le dio infección de orina, por lo que bajamos a La Candelaria para que la viesen. Ese mismo día se quedó ingresada por preeclampsia (tensiones altas durante embarazo). Cuando llegó el viernes de esa misma semana, día 22, las cosas empezarían a ir mal. El cirujano entró a eso de las 10.00 y nos dijo que iban a esperar a que mi mujer entrase en estado crítico para intentar alargar la estancia del bebé dentro de la madre lo máximo posible. Eso sí,  probablemente sólo se salvaría el pequeño.
Luego, a las 12, volvieron de nuevo para tranquilizarnos un poco. Cesárea programada para las 19.00 e intentarían salvar a los dos. Al final todo salió bien.

El niño estuvo ingresado en UCI 1 semana, donde el primer día le falló un pulmón y luego no tuvo ninguna complicación más.
Después de esa semana, estuvo 3 en cuidados medios, hasta que cogió peso y salimos del hospital.
Una cosa curiosa que recuerdo de esa etapa de ingreso del niño, es que no «somos padres de un niñ@ llamado (el nombre de cada un@, sino padres de un número asociado a su cuna». En nuestro caso éramos los padres del 159, lo tenías que decir así.)

En definitiva,  nos venden por todos lados lo idílico del embarazo,  del parto…y hay casos, y muchos, que las cosas no son así. Y aprovecho estas líneas para agradecer tanto al personal del Hospital Nuestra Señora de La Candelaria como a APREMATE la ayuda prestada en todo momento.
Gracias a ellos, no te sientes sól@ 

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