Mi historia comenzó un 29 de Octubre del 2013, donde me puse de parto con 29 semanas + 5 días donde llegaron mis 2 tesoros más bonitos Adoney y Edgar. En ese momento mis sueños se vinieron abajo ya que yo nunca pensé en que dar a luz fuera quitarlos directamente de mi, ya que no pude verlos ni abrazarlos en ese momento. Fue algo muy duro el saber ser madre y no tenerlos a tu lado, yo no esperaba vivir todo lo que he vivido ni mucho menos conocía esa vivencia que me tocó vivir.
Adoney peso 1.220kg y 32 cm y Edgar peso 1200 kg y 30 cm, por lo cual pasaron las 6h más largas de mi vida para poder encontrarme con mis hijos.
Cuando llegó ese momento en la UCI de Neonato no me podía imaginar lo que me estaba pasando, ver a mis hijos entre tanto cable ya que nunca me imaginé que mi primera vez al verlos iba hacer de esa manera.
Las primeras 24h , Adoney lo tuvieron que entubar ya que su respiración no era la adecuada, en cambio Edgar estaba estable.Cada día que entraba a la UCI de neonato me decían que era cuestión de horas, ya que de 1min a otro podía pasar lo peor, dar un giro de 180 grados.
Pasaban los días haciendo el método canguro, era uno de mis momentos favoritos ya que era cuando estaba piel con piel con mis hijos.Después de 5 días regreso a casa sin ellos, ese día fue cuando me di cuenta que el mundo se me caía ya que no los tenía conmigo en casa, tenía que estar separada de ellos. Empezaba un día nuevo con la ilusión de ir al hospital y regresar con ellos a casa, pero cada día que pasaba seguía volviendo sola.
A los 9 días de vida recibo la peor noticia, una llamada a las 5h de la mañana diciéndome que Edgar estaba en un estado crítico, de lo cual cogí y fui para la UCI de neonato. Allí me encontré que a mi hijo le habían dado una sepsis con una hidrocefalia ventricular, no fue nada agradable enterarme de esa noticia, gracias a los profesionales que me ayudaron a asimilar esa noticia e hicieron todo lo posible por mi hijo.
Fueron pasando los días y después 62 días Adoney llegó al peso y regresamos a casa con sus abuelos maternos, yo me tuve que despedir de él ya que me tenía que regresar para estar con su hermano Edgar al pie del cañón.Pasaba día y noche pegada a esa incubadora viendo como mi hijo luchaba por su vida. A los 114 días pasamos al intermedio con la esperanza de que volviéramos a casa pronto, pero el día que nos dan el alta Edgar empeoró y volvimos a esa terrible habitación donde sabíamos que íbamos a pasar muchísimos más días.
Seguían pasando los días y mi hijo seguía luchando por su vida día tras día, no sabíamos cómo iba acabar esta historia, pero sabíamos que Edgar iba a hacer un Guerrero. Después de 152 días nos dieron la noticia de que podíamos volver a casa junto a su hermano. Llegamos a casa y a las 2 horas tuvimos que regresar a lo que iba siendo nuestra segunda casa, el Hospital, ya que la válvula de su cabecita había sido rechazada y a causa de eso cogió una meningitis grave. Y así fueron pasando los días en esa terrible habitación, pero esos profesionales sanitarios al pie del cañón. Y así día tras día la misma situación, días mejores y días peores.
Adoney gracias a Dios siguió luchando con su vida, gracias a sus abuelos maternos y ha día de hoy nuestro campeón va a cumplir 10 añitos.
Por desgracia después de 1.825 días a nuestro pequeño GUERRERO Edgar se le paró ese pequeño corazoncito.
Estoy muy agradecida con toda la gente que en ningún momento nos abandonó, gracias APREMATE que siempre nos ayudaba con todo, al igual que todos los Profesionales del Hospital Universitario de Canarias.
Les mando todo mi ánimo y fuerzas a todas esas personas que están pasando por algo similar y a las que no que sean conscientes de que en esta vida puede llegar a pasar como nos pasa a nosotros.
Recuerdes que “DIOS DA LAS MEJORES BATALLAS A SUS MAYORES GUERREROS”