Era un 12 de agosto cuando nos comunicaron que me tenían que sacar a nuestro bebé por preeclampsia, y digo bebé porque no nos había dado tiempo de ponerle nombre. No me lo podía creer, solo tenía 27 semanas de gestación.

Mi bebé está aquí, 830 gramos de peso; me cotó asimilarlo, tres días sin verla, la incapacidad sumado a las fuerzas que no tenía y todo ese miedo de lo que me advirtieron.

El día que la pude ver fue mi mayor dolor. Esa cosita pequeña, tan indefensa, intentando luchar por su vida. Pasado los días, su padre descubrió que el nombre Ivette es de una arquera guerrera, y así decidimos llamarla, por lo que se avecinaba y por la lucha que ella estaba haciendo.

Pasamos muchos llantos pero consolados por cada día que pasaba y que iba superando.

Ahora estamos muy felices toda la familia junta, por superar estos días con ella, y que ya hacen 5 años de todo esto que no olvidaremos.

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